La política, su historia y su incidencia en los establecimientos educativos chilenos.
- Cristian Santana
- 26 ene 2018
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Por: Cristian Roberto Santana Vargas
Artículo presentado en la Universidad Católica “Silva Henríquez”
Santiago – Chile
Tomando en cuenta el contexto de Chile, se puede considerar como un buen punto de análisis político la situación de la revolución de los “pingüinos”, quienes ponen en tela de juicio el sentido de la educación; presentan el verdadero propósito de lo que significaba “educar” como una suerte de bien de consumo que se direcciona únicamente a la inversión de talante económico.
Hay que recordar que la educación en Chile nació dividida, ya que, en la gran mayoría de sistemas educativos latinoamericanos, la educación transitó por dos carriles distintos, el uno en donde la escuela era sustentada por gente adinerada, (la Iglesia, por ejemplo) y por otro lado una escuela gratuita. La élite paulatinamente va convenciéndose de que la sociedad se encontraba cada vez más ignorante y, por ende, necesitaba una ayuda educacional, ya que se vislumbraba que, mientras mejor educadas sean las personas, mejor sería el desarrollo del país.
En 1842 se funda la Universidad de Chile y a la vez en este mismo año se crea la primera escuela que forma profesores en el país (sólo para el género masculino). Es una de las primeras evidencias de que el Estado chileno comienza a tener conciencia sobre la importante de escolarizar a los sectores populares. El Estado será el promotor de garantizar la educación de los ciudadanos, por lo menos en los cuatro primeros años (cf. Núñez, 2007: 154).
Durante el siglo XIX la asistencia a la escuela era mínima, se palpaba un desinterés considerable por parte de los padres de familia por educar a sus hijos, centrándose sólo en los conocimientos básicos. Paralelamente a este proceso se comienza a formar Escuelas Normales para mujeres (específicamente instrucción primaria; en 1852-1856 se forma la primera Escuela Normal de mujeres). En 1920, finalmente, se promulga la ley que decreta que todas las personas deben cumplir obligatoriamente con los seis primeros años de formación educativa; un proyecto que fue discutido por cerca de treinta años. A lo largo del siglo XX hubo varios intentos de reforma educativa, radicales y otras que no lograron concretizarse, siempre con el intento de la gratuidad.
En el año de 1965, bajo el gobierno del Presidente Eduardo Frei Montalva, se implementa una gran reforma, siendo la única que cumple con lo que promete; se fundan escuelas y liceos que puedan estar al alcance de la mayoría de la población, se forman profesores de una mejor calidad, se cambia el currículum, se crean programas asistenciales, etc. Luego de este proceso, surge el intento de 1972, bajo el entonces presidente de la República de Chile, Dr. Salvador Allende, que pretendía transformar todo el sistema educativo chileno, proponiendo la “Escuela Nacional Unificada”; no obstante, se anunciaban ya los indicios del golpe de estado y, por tanto, quedó truncado todo el intento de esa reforma educativa.
El 11 de septiembre de 1973, bombardean el palacio de “La Moneda” y, al día siguiente, tratando de minimizar la influencia comunista, se cierran todas las escuelas, liceos y universidades. A modo de ejemplo, se decreta el receso de la Universidad Técnica del Estado (actual USACH). La Junta Militar plantea que todos o casi todos los profesores son comunistas y necesitan ser purificados (cf. Monsálvez, 2012: 2). Cierran las Escuelas Normales (130 años de historia que se cierra). Se piensa crear otro tipo de instituciones, se decreta la doctrina de la seguridad nacional, la guerra del amigo secreto persiguiendo a directores, profesores y apoderados que estén “infectados por el cáncer marxista” (cf. Monsálvez, 2012: 112).
De 1973 a 1978, el Ministerio de Educación, que sólo en una ocasión había sido dirigido por un militar (1927), fue tomado por los contra-almirantes. Otro hito importante a recordar está en el grupo de “Los Chicago Boys”, estudiantes egresados de la PUC, (Facultad de Economía de la Universidad Católica) que desde la década de los 50 al 73 se formaron en Chicago con ideologías de economía neoliberales. Insertarán ideas que conducirán reforma importante en todas las áreas públicas: educación, salud, previsión, etc.
El 5 de marzo de 1979 se publicó en el Diario oficial la carta “directiva presidencial de la educación” en donde se promulga que el Estado no crearía nuevas escuelas. Dicho suceso implicó la apertura de instituciones educativas particulares subvencionadas. Cabe recalcar que dichas escuelas (particulares) existían desde 1860, con la diferencia de que eran gratuitas y financiadas por la Iglesia o sociedades filantrópicas. Se inicia la época en la que los establecimientos educativos pasan a manos de los Municipios.
En 1980 se fomenta la creación de escuelas particulares subvencionadas, que siguieron siendo gratuitas hasta el año de 1993, cuando empiezan a ser pagadas; en este contexto se permite que las escuelas cobren un co-pago. A nivel discursivo se terminó la idea de que el Estado iba a jugar un rol en la pertenencia y bienestar educativo; por lo tanto, no serían responsables del proceso educativo ni el Estado ni los docentes, sino los apoderados; éstos no iban a pedir o demandar nada al Estado. Los profesores terminan teniendo las mismas condiciones que los funcionarios públicos, situación que empobreció el estatus del docente a más de los sueldos paupérrimos que recibían. Los docentes pasan a ser funcionarios municipales regidos por un código de trabajo igual que cualquier otro funcionario.
Hay que considerar que en Argentina, Uruguay y Chile se dieron procesos similares en su historia política, entre los cuales destacan las dictaduras. Posteriormente en Argentina (1983), Uruguay (1985) y Chile (1990) se da el fin de los regímenes dictatoriales en el Cono Sur. Estos tres países trataron de contrarrestar algunos efectos devastadores de las dictaduras y los pilares fueron:
Restitución de los Centros de Estudiantes que estaban totalmente vetados.
Una mejora en la remuneración de los docentes.
Acondicionamiento de los centros educativos, que estaban en condiciones deplorables.
A partir de este tiempo, los gobiernos democráticos intentan una y otra vez implementar políticas en vista a mejorar la CALIDAD de la educación. El Estado no sólo será garante sino también promotor de la educación. Hubo participación más abierta y se abrió el debate a más sectores como la Iglesia católica e iglesias evangélicas.
Periodización de la reforma educativa chilena
Fase pre-reformista 1990 – 1995: Programas integrales de mejoramiento.
Fase de aplicación 1996 – 2000: Reforma curricular, jornada escolar completa, fortalecimiento de la profesión docente.
Fase de consolidación 2000 – 2004.
Posterior a los gobiernos de la “Concertación” de Partidos por la Democracia asume como presidente de Chile, Sebastián Piñera, representante de los partidos de derecha, quien realizó una “cambio” en el Ministerio de Educación, lo que implicó que las políticas educativas tuvieran un propósito diferente:
Reforzamiento de la meritocracia (como los Liceos Bicentenarios).
Ley de aseguramiento de la calidad, (se crea la agencia de calidad de educación ACE).
Se da la responsabilidad al “Concejo de educación” en temas de evaluación.
Se incrementa las becas o a su vez la disminución de porcentaje de crédito para estudiantes universitarios, entre otros.
La educación en nuestros tiempos (2015 – 2016)
Últimamente se crean varias leyes en torno al tema educativo como: la Ley de inclusión escolar, (29 de mayo de 2015 N.- 20.845) que regula la admisión de los estudiantes, elimina el financiamiento compartido, prohíbe el lucro en los establecimientos. La Ley de titularidad docente (N.- 20.804 del 31 de marzo de 2015), que hace referencia a profesores que estaban en calidad de contrato, lo que les permitió pasar a una situación de planta. La Ley de incentivo al retiro docente (N.- 20.976, del 15 de diciembre de 2016) y, junto con esto, el proyecto de ley de carrera docente, que busca la mejora de la remuneración del docente a cambio de ejercicios en la evaluación docente. Finalmente, se encuentra el proyecto de la “gratuidad” escolar (cf. Biblioteca del Congreso Nacional de Chile - documento generado el 16-Jul-2017).
La educación desde una perspectiva sociológica y política se debe analizar desde varios ángulos, pero también desde la historia; todo proceso que se anhela analizar tiene en sí mismo una historicidad. La escuela, al ser un aparato de mantención ideológica, también es un espacio de conflicto y disputa de una clase contra otra; ahí se vislumbra cómo se comporta la clase social trabajadora, que ve en la escuela no un medio de oportunidades sino un medio de opresión, porque es funcional a la clase alta y legitima ciertos valores y habilidades que son propios de esa clase (cf. INFORME PNUD, 2017: 38).
Ante este dilema, muy actual, es preciso involucrarse en el tema político por ser el centro de muchos debates, pero también de varias posibilidades. En los anteriores párrafos se ha develado la injerencia y la importancia de la política en todo el contexto educativo, siendo un pilar fundamental para la sociedad. Desde esta arista es preciso también indagar la importancia de la participación ciudadana en cada país, esencialmente como medio de liderazgo y cambio social, que afectará también al sector educacional.
Publicado 03 agosto de 2017 - UCSH
El “movimiento de los pingüinos” fue el nombre que recibió el movimiento estudiantil secundario en Chile durante el año 2006. Este movimiento se inició como una toma de colegios (al terminar el primer semestre del año escolar), que reclamaba una mejora sustancial de las condiciones infraestructurales en que se desempeñaba la enseñanza.
Fuente: http://www.institut-gouvernance.org/es/analyse/fiche-analyse-348.html#iref:1, consultado el 07 de junio de 2017.
La República de Chile es el primer país que data la existencia de una Escuela Normal en Latinoamérica. Se empieza a configurar la idea de Estado – Docente.
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